(A Pilar)
Sé que sigues durmiendo intranquila
con tus grandes dibujos de ojos
sin que nadie se acerque a tu cuello.
Sé que sabes que a veces mirabas
a mi boca queriendo besarla;
y que sabes que aún vive el niño
que te amaba en las noches de junio;
y que sigue latiendo en mi vida el
corazón de muchacho alocado
que escribía en los álbumes rotos;
y que sigues sintiendo que mi
cuerpo coge el oxígeno al ritmo
que marcaste en tu pecho sonámbulo,
que hoy deseo ultrajar a tus labios
y juntar mi desnudo y el tuyo,
descifrarte con lenguas calientes
y matar mis ardores en tu alma.
Sé que sigues vistiendo con trajes
apagados de lunas disueltas,
sé que rozan tus ingles maduras
de la forma que yo lo haría...
Y que elevas tu silla en la tarde
y que luces tu pelo muy corto
y tu voz continúa muy firme
y tu cara refleja mi cara
y tus manos recuerdan mi cuerpo
y tus ojos mis ojos, y tanto...
Y también que tus ojos distantes,
no desgajan el tiempo, y me adoran.